Marta Panaia (coordinadora)
Buenos Aires, noviembre de 2011
292 páginas. 23x16 cm
ISBN 978-987-1709-13-7
Ver reseña en cátedras.fsoc.uba
Hay un
inmenso campo de análisis sin terminar de plantear en el ámbito del trabajo,
que es la relación entre los riesgos y las racionalidades, las lógicas con que
se producen los hechos que llevan al riesgo. ¿La norma siempre expresa la
racionalidad más acabada? ¿Cuál es la distancia entre los cambios en los
procesos de trabajo y la adecuación de las normas? Como se observa, es muy
amplio el campo de las preguntas y está mostrando la novedad de la disciplina y
la amplísima franja de constataciones por realizar. Lo que sí podemos afirmar
es que desde hace largo tiempo las ciencias sociales han aportado
constataciones muy útiles al estudio de las incertidumbres y que estas sirven
para acercar una visión más científica a la conversión de las incertidumbres en
riesgos y el tratamiento de las medidas a fin de atender esos riesgos. Es
decir, si bien no tienen soluciones, las ciencias sociales se han ocupado de
construir herramientas para acercarse a las incertidumbres, sociales,
científicas y técnicas, y esto se puede traducir en medidas para mejorar el
control de esos riesgos.
Para acotar
los límites de este trabajo, tal vez la interpelación fundamental a la sociología
sigue siendo la aparente contradicción entre los procesos de modernización de
las empresas y de la producción y la salud de los trabajadores. O en qué medida
una se logra a costa de la otra. Tal vez sólo con enfoques microsociológicos
que analicen los aportes de la sociología del trabajo y muchos trabajos de
campo que aseguren la aproximación al trabajador y al proceso de trabajo real,
se pueda lograr una mayor sistematicidad de los aportes que la sociología,
disciplina recientemente llegada al problema del riesgo, pueda hacer. El
sentido de este libro es el de aumentar el conocimiento de las incertidumbres
de las situaciones de trabajo en el sector informal, el más desconocido de los
sectores que trabajan, para poder construir medidas de disminución de sus
riesgos de trabajo, poniendo en la agenda pública estos conocimientos para que
se constituyan en la base del diseño de políticas. Estos conocimientos
desconocidos están relacionados, en parte, con que la situación de trabajo de
los sectores informales cruza tres áreas de conocimiento, que hasta ahora
tuvieron escasa vinculación: el trabajo,
el cuerpo y el riesgo.